Anna Pons, diseñadora de vestuario, nos cuenta como fue la preparación de la película, los objetivos que buscaba, las referencias que se marcaron entre ella y Xavier Villaverde, y la marcha del rodaje:
Hace ya casi más de 2 años que hablamos por primera vez con Xavier Villaverde de esta película. Fue en una entrevista que tuvimos donde me trasladó todas las ganas que tenía de hacer esta historia, y su visión de ella. Hablamos de realidad, de danza, de sensualidad y de sexo, fue muy bonito ir encontrando los pequeños detalles que nos gustaban de estos temas para poder trasladarlos al vestuario de los personajes.
Busqué referencias en jóvenes de unos veinte y pocos, urbanos, que reflejaran actualidad, movimiento, decisión. Imágenes de situaciones reales, en el metro, en un bar, en una fiesta… Y en películas y series que comenté con el director como 9 songs, Skins, Juno…
Así fuimos concretando el vestuario de cada uno, entre los caracteres de los personajes y con el equipo de maquillaje y peluquería, Natalia Montoya y Jose Sequi.
Para conseguir la ropa y un estilo que mezclara prendas de varios sitios y que encajara con cada personaje, contamos también con la colaboración de jóvenes diseñadores que empiezan con sus marcas, aparte de las clásicas tiendas de siempre.
Buscamos, por ejemplo, tejidos usados, faltos de color, para Rai; diseños actuales, tejidos suaves y delicados para Carla; naturalidad y comodidad para Bruno.
Siempre teniendo un punto de sensualidad en cada uno de ellos, ya que es el tema central de la película. Con los otros personajes, la búsqueda fue igual de intensa, ya que son parte importante para crear un estilo general, con las personalidades fuertes y marcadas de cada uno.
También hice varias reuniones con Oriol Puig, el director de arte, para poder ver todo el entorno donde se van a mover los actores, coordinando así colores y estilos; y finalmente, junto a Sergi Gallardo, director de fotografia, acabamos de definir los personajes en las pruebas de vestuario.
Era importante que los actores se encontraran a gusto con la ropa y el estilo que queríamos. Creo que lo más interesante de esas pruebas fue que cada uno de ellos se fue haciendo al vestuario, para hacerlo propio e interactuar con él naturalmente.
El rodaje fue genial, pero apretado de trabajo. Es bonito vivirlo porque, como decía Sergi Gallardo en su post sobre la fotografía de la película, hay cosas que cambian en el set. Está bien tenerlo todo preparado, pero se debe dejar fluir las ideas hasta que no esté toda la película totalmente acabada.